El Botafumeiro de Santiago de Compostela: historia, tradición y símbolo del Camino

Majestuoso, único y cargado de simbolismo, el Botafumeiro es uno de los grandes iconos de Santiago de Compostela. En este artículo te contamos su historia, cómo funciona y por qué sigue fascinando a peregrinos y visitantes de todo el mundo.

El Botafumeiro es, sin duda, uno de los elementos más emblemáticos de la Catedral de Santiago de Compostela y un símbolo que ha trascendido la religiosidad para convertirse en parte del imaginario colectivo de Galicia y del Camino de Santiago. Este enorme incensario, único en su género, es uno de los grandes atractivos que peregrinos y visitantes esperan ver durante su visita a la ciudad del Apóstol.

Orígenes históricos del Botafumeiro

Aunque el origen exacto del Botafumeiro es incierto, se sabe que su uso en la Catedral de Santiago es muy antiguo. Diversas representaciones en documentos como el Tumbo A o en esculturas como las del Pórtico de la Gloria muestran ángeles portando incensarios, lo que demuestra que el incienso formaba parte de los rituales litúrgicos desde hace siglos.

La primera referencia escrita directa al Botafumeiro se encuentra en una nota manuscrita del siglo XIV añadida al Libro III del Códice Calixtino. En ella se describe un «gran incensario de plata» suspendido de cuerdas y movido mediante poleas por el crucero de la Catedral. Posteriormente, en el siglo XV, el médico y peregrino alemán Jerónimo Münzer también lo menciona en su relato de viaje.

A lo largo de la historia han existido varios Botafumeiros. Se tienen registros de al menos seis versiones diferentes desde la Edad Media hasta el siglo XX, incluyendo el que fue destruido en 1499 tras salir disparado en plena ceremonia, y el que fue robado por las tropas napoleónicas en 1809. El actual fue fabricado en 1851 por el orfebre José Losada y está hecho de latón bañado en plata.

Características y funcionamiento

El Botafumeiro actual mide 1,50 metros de altura y pesa 53 kilogramos. Para ponerlo en movimiento, es necesaria la fuerza coordinada de ocho hombres, los tiraboleiros. Cuando se pone en marcha, el Botafumeiro recorre el transepto de la Catedral desde la puerta de Azabachería hasta la puerta de las Platerías, describiendo un impresionante arco de 65 metros y alcanzando velocidades de hasta 68 km/h. Puede llegar a una altura máxima de 21 metros, generando una de las imágenes más impactantes que se pueden presenciar en una iglesia cristiana.

Un símbolo más allá del incienso

Durante mucho tiempo se ha sostenido que el Botafumeiro servía para disimular los malos olores de los peregrinos medievales. Aunque es cierto que el incienso tiene propiedades antisépticas y un fuerte poder aromático, esta interpretación no refleja del todo la riqueza simbólica del incensario.

En realidad, el uso del Botafumeiro parece haber estado más relacionado con la solemnización de las grandes ceremonias litúrgicas. Desde los siglos XVI y XVII hay constancia de calendarios que marcaban en rojo los días de procesión en los que se utilizaba incienso. Con el paso del tiempo, el Botafumeiro se convirtió en un símbolo litúrgico y escénico de la Catedral, reforzando su papel central en la misa del peregrino.

El Botafumeiro en la actualidad

Hoy en día, el Botafumeiro sigue siendo uno de los principales reclamos turísticos de Santiago de Compostela. Aunque su uso no es diario, se puede contemplar en determinadas misas solemnes, especialmente en Año Santo o con motivo de peregrinaciones grupales que contribuyen a costear su uso.

Existen actualmente dos Botafumeiros: el habitual, de 1851, y otro de plata realizado en 1971 por encargo de la Hermandad de Alféreces Provisionales, que se encuentra en exposición en el Museo Catedralicio. Cuando no se utiliza, en su lugar se cuelga una pieza de alpaca conocida como la «alcachofa».

Un espectáculo para el peregrino y el viajero

Para quienes llegan a Santiago tras recorrer el Camino, ver el vuelo del Botafumeiro es la culminación perfecta de su viaje espiritual. Y para quienes visitan la ciudad como turistas, es una de las experiencias culturales y visuales más inolvidables que ofrece la Catedral de Santiago.

Cuando disfrutarlo:

    Epifanía del Señor: 6 de enero
    Domingo de Resurrección
    Ascensión del Señor
    Aparición del Apóstol-Clavijo: 23 de mayo
    Pentecostés
    Martirio de Santiago: 25 de julio
    Asunción de María: 15 de agosto
    Todos los Santos: 1 de noviembre
    Cristo Rey
    Inmaculada Concepción: 8 de diciembre
    Navidad: 25 de diciembre
    Traslación del Apóstol Santiago: 30 de diciembre.

El Botafumeiro no solo es un objeto litúrgico: es historia viva, tradición en movimiento y un símbolo de bienvenida para quienes buscan en Compostela algo más que una meta.

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